jueves, 9 de julio de 2015

La cara de la violencia doméstica que estremece las redes




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Se armó de valor y se grabó tras haber sido maltratada para crear conciencia. Ya ha logrado conmover a millones de personas.
Emma Murphy es una bloguera de fitness irlandesa de solo 26 años, madre de dos pequeños, Xavier y Arabella. Hace un par de días, decidió que por el bien de sus hijos y de muchas mujeres que están pasando lo mismo que ella, era hora de hacer pública su historia.

Durante tres años y medio, Murphy estuvo en una relación con quien describe como el “amor de su vida”, y también padre de sus hijos. Pero más temprano que tarde, comenzaron las desilusiones. Hace casi un año es que Murphy se enteró que su pareja le había sido infiel, y meses más tarde fue contactada por la misma “amante” de él, contándole que estaba embarazada.
El incidente adelantó el nacimiento de la segunda hija de Emma, quien por el estrés comenzó su trabajo de parto. Fue un momento muy duro, pero ella decidió perdonar a su pareja. Pero hace unos días, nuevamente se volvió a enterar de una infidelidad. En vez de pasar el día del padre con su mujer e hijos, él se ausentó para estar con alguien más. Cuando Emma fue a confrontarlo, él la golpeó en la cara. Pero no era la primera vez que esto sucedía.
“Tuve el coraje de hacer algo al respecto, porque incluso [que esto suceda] una vez es inaceptable. Pero que te hagan sentir como si fuera aceptable, es todavía peor“, fue lo que compartió Murphy en un video casero, en el que solo quiere establecer que nadie debería pasar por esta situación de violencia doméstica, y no hay que aceptarlo nunca, menos sentirse culpable o merecedoras de ello.

La grabación ha generado 12.000 comentarios, ha sido compartida más de 75.000 veces y ha recibido 130.000 apoyos con el popular botón de 'me gusta'. La emotividad de Emma se basa en su cercanía -podría ser nuestra vecina-, en el tono de franqueza con que se dirige a otras mujeres y en la reflexión autocrítica sobre el error de haber ocultado unos malos tratos que habían comenzado, reconoce, tiempo atrás.
El mensaje, que no revela el nombre del agresor, resulta dramático en sí mismo. Pero su impacto se ha multiplicado a partir de dos de los sentimientos más poderosos para movilizar a las redes sociales: la indignación que nos enciende y la solidaridad que nos redime.
'Valiente' e 'inspirador' son los adjetivos más repetidos en la catarata de respuestas, que se ha extendido a Twitter. De ellas surge una sensación de catarsis. 'Crecí con un padre que golpeaba a mi madre', 'mi hermana murió hace cinco años', 'hace 7 meses mi compañero me envió al hospital', revelan, con nombres y apellidos, otras personas.

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