lunes, 8 de junio de 2015

Cosméticos falsos, conoce sus riesgos


Cosméticos falsos, conoce sus riesgos
Vas por la calle paseando y los ves, justo al lado de los bolsos y las camisetas falsificadas. Las últimas novedades en maquillaje y cosmética de firmas como ChanelDior o Burberry conviven junto con los más tradicionales fakes de perfumes. Estos sabes claramente que son falsificaciones, aunque todavía haya quien defienda que se trata de productos originales robados, pero más difícil es distinguir aquellos falsos que se ofertan en Internet, tanto en plataformas de venta entre particulares como en webs que afirman que ser distribuidores de productos originales cuando en realidad no lo son.
Según un estudio de la Oficina para la Armonización del Mercado Interior (OAMI), la organización de América Latina encargada del control de marcas, México esta entre los países con una mayor tasa de consumo de productos cosméticos falsificados de toda la zona. Este negocio ilícito afecta a las ventas de este sector disminuyendo hasta un dieciocho por ciento sus beneficios anuales y acabando con cerca de cincuenta mil empleos relacionados.

Los especialistas alertan de los peligros que este tipo de productos suponen para la salud. Y es que no se debe olvidar que, por mucho que ese labial o esa crema se encuentren a un precio ridículo en este top manta beauty, en ningún caso su composición es igual a la de la versión original. Nadie garantiza la calidad de los ingredientes, ni mucho menos su efectividad real cuando hablamos de un tratamiento. Tampoco han pasado los estrictos controles y exámenes que la normativa europea establece en cosmética y que obliga a cuidar la salud del usuario por encima de todo. Y es que su uso puede provocar alergias, irritaciones, intoxicaciones y otros problemas más severos, como quemaduras en la piel.
Hare, el pintalabios verde

Aparte de los riesgos para la salud que conlleva el uso de estos productos, también debemos estar atentos a sus consecuencias socioeconómicas. Al igual que sucede con la falsificación de ropa y accesorios, su creación y distribución se realiza desde China y recae en manos de grupos con enlaces en actividades delictivas, como la trata de seres humanos.
Pero no solo los productos falsificados suponen un riesgo para la salud. Hace unos días la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) emitió un comunicado en el que alertaba de los peligros del Moroccan lipstick, el famoso labial verde que al aplicarlo se vuelve rosa y que es conocido por sus efectos duraderos. Aunque se creía que estaba compuesto únicamente por henna y aceite de argán, por lo que algunos lo defendían como “maravilloso”, y se fabricaba en Marruecos, en realidad no contiene ningún de los dos ingredientes, se fabrica en serie en Taiwán y no pasa por ningún control sanitario. Cuenta además con colorantes, perfumes, antioxidantes, conservantes y otros productos, como parabenes, que no cumplen con la legislación impuesta por la los gobiernos.
Pero al final, la decisión se encuentra en manos del consumidor, que es quien decide porqué adquirir la falsificación de un producto, sea del tipo que sea, sabiendo que no está regulado. Comprar en la página oficial de la marca, o acudir a la tienda física o a un distribuidor autorizado será siempre la opción correcta. ¿Alguna de ustedes ha tenido alguna mala experiencia con algún producto no auténtico?

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